Para crear la identidad visual de Villa Verbena nos inspiramos en el imaginario de las tabernas típicas madrileñas y lo reinterpretamos, para darle el toque de modernidad necesario con el que atraer a todo tipo de públicos. El logotipo de la marca es una composición tipográfica creada con la familia Blacker Pro, una tipografía con alto contraste y personalidad audaz, de cuña serif, clásica y atrevida a la vez. En esta composición el peso reside en “Verbena” y destaca el bucle abierto de la B que se transforma en cola y aporta movimiento y ritmo a la misma, así como una minúscula intercalada y un guión que separa las sílabas, pero a la vez enfatiza el “ver”, algo que sin duda hay que hacer cuando se visita la Casa de Campo. El diseño de la composición es flexible, de manera que esta funciona tanto en vertical como en horizontal, y tanto entre líneas como encajada. También trabajamos otra representación visual de la marca en versión isotipo, con la V inicial, para favorecer la riqueza de aplicaciones. 

La paleta cromática está protagonizada por un rojo desaturado, como guiño a las tabernas más castizas, y el verde, color por excelencia del gran parque donde se encuentra Villa Verbena.

El universo visual de la marca se completa con un estilo fotográfico cercano y natural, en el que se lleva a cabo un tratamiento de la luz que refleja el brillo de las verbenas y del enclave natural del restaurante. 

Tras desarrollar la identidad corporativa, diseñamos el look & feel de la web, así como las diferentes aplicaciones de la marca en el espacio y todos los soportes de comunicación físicos necesarios.